lunes, 8 de noviembre de 2010

El “jornalero” costales

*De alcalde acapulqueño a editor…
*Entre narcos, ejecuciones y mentiras
*Félix Salgado Macedonio dejó la pachanga y ya es demócrata?

Felix, su verdadera vocacion
Por Everardo Monroy Caracas

    Félix Salgado Macedonio se zurró cuando sus policías asesinaron a Carlos Landeros, un importante lugarteniente de Joaquín El Chapo Guzmán. Los hermanos Beltrán Leyva controlaban la plaza. Eso sucedió el 27 de enero de 2006. Desde ese momento su capacidad de respuesta a la adversidad política, terminó en silencio y con supuestos males de garganta. Ya no fue el mismo.
    El ex diputado “costales” tuvo que entregarle la plaza de Acapulco a los narcos y entender que la cocaína esnifada en las pachangas de artistas y cantantes, protagonizadas por él, vedetes y chulos televisivos, no era un asunto superficial, de simple ocio nocturno, sino algo letal, suicida y estúpido para los gobernantes que siguen viendo a los destinos turísticos como puntos de desmadre.
    Lo admirable de Salgado Macedonio es su capacidad para reinventarse. Ahora es director de un diario local acapulqueño, conectado a uno nacional de amplio prestigio latinoamericano por la calidad informativa y su compromiso con la verdad. El jueves 29 de octubre del año pasado (2009) obtuvo el nombramiento de director general de La Jornada de Guerrero.
    El asunto es inexplicable, si no hay dinero de por medio. Y lo hubo, a decir de Carlos Álvarez, gente allegada a Zeferino Torreblanca. El 31 de octubre de ese mismo año, el exdiputado local filtró en una columna periodística que intituló “El regreso de los muertos vivientes”:  “Félix es ahora el nuevo Director de la Jornada Guerrero, cosa que le costó una lana cuya procedencia será difícil de conocer, pues Félix sigue sin poder comprobar la cuenta pública de cuando fue Alcalde del Municipio de Acapulco, 2005-2008, cuya glosa no ha entregado, ni ha sido aprobada todavía por la Auditoría General del Estado de Guerrero (AGE)”.
    Qué pasó realmente ese 27 de enero en La Garita de Acapulco? Vale la pena recordarlo. Ochenta y seis días después de esa balacera, dos de los principales protagonistas, aparecieron muertos y sin cabeza. Uno de ellos, al comandante del Grupo Relámpago de la Secretaría de Protección y Vialidad, Mario Núñez Magaña, le tocó ejecutar personalmente al lugarteniente. Su jefe Genaro García Jaimes, amigo personal de Félix Salgado, tuvo que huir y hasta la fecha sigue desaparecido (se sospecha que ya está muerto o radica en Cuba).  Reproduzco la nota publicada el 24 de abril de 2006, en el diario nacional Excélsior:
La ejecucion de La Garita

    ACAPULCO, Gro.— Los cuatro narcotraficantes integrantes del cártel de Sinaloa que murieron en una balacera aquí, el pasado 27 de enero en La Garita, fueron ejecutados por agentes de la Secretaría de Protección y Vialidad del puerto, según quedó registrado en cuatro videos, donde se escucha una orden: “¡Mátenlo!”. Aunque las autoridades insisten en que fue un enfrentamiento.
    En uno de esos videos se ve el momento en que un policía con casco blanco, de espalda a la cámara, abre las piernas en un compás de noventa grados, lo cierra, estira el brazo derecho y a menos de dos metros apunta su arma al delincuente que está herido y tendido sobre el asfalto, después dispara dos veces directo a la cabeza. Casi al mismo tiempo que se sacude el arma y la mano del policía de la frente del narcotraficante salta un chorro de sangre.
    El policía que le dio el tiro de gracia al delincuente fue Mario Núñez Magaña. La madrugada del jueves pasado, la cabeza de Núñez y la de un tamaulipeco presuntamente ligado con el cártel del Golfo aparecieron a unos cuantos metros del sitio donde hace dos meses fueron ejecutados esos narcotraficantes, con lo que se consumó un ajuste de cuentas.
    Excélsior obtuvo una copia de las imágenes, que suman casi 24 minutos de grabación, y otras 66 tomas congeladas donde se puede presumir que al menos tres de los narcotraficantes muertos no alcanzaron ni a empuñar sus armas, cuando fueron acribillados.
    Los videos muestran que los policías preventivos alteraron la escena de los hechos, movieron los cuerpos de los muertos para poder comprobar ante las autoridades judiciales que ahí había habido un enfrentamiento y no ejecuciones sumarias. Además cometieron actos de rapiña. Se ve el momento en que algunos policías hurgan en los cuerpos buscando cadenas que pudieran traer colgadas al cuello.
    Se observa en las imágenes que los preventivos no hicieron nada por impedir que el cuerpo de uno de los delincuentes se encendiera con las llamas de una de las camionetas en que viajaban los narcos y que estalló cuando le dispararon al tanque de gasolina. El fuego del cadáver lo apagó un bombero con la felpa de su gabardina amarilla.
    En las tomas se ve que la AK-47 que llevaba el hombre al que se le achicharró medio cuerpo, la llevaba colgada, pues en el momento en que fue abatido, el cuerno de chivo quedó justo a la altura de la cintura y no a un costado, como lo estaría de haberlo tenido empuñado.
    Dos de los videos que obtuvo Excélsior fueron grabados por unos aficionados con las cámaras de sus respectivos teléfonos celulares y otro por un elemento de inteligencia gubernamental.
    En la tarjeta informativa que la Secretaría de Protección y Vialidad le envió al presidente municipal de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, dice que los policías persiguieron durante algunos minutos a los narcotraficantes y que cuando los alcanzaron en La Garita “los individuos abrieron fuego contra los elementos policiales, quienes a su vez repelieron la agresión, resultando cinco personas muertas, quienes portaban chalecos antibalas con la leyenda AFI”.
La venganza de los narcos

    Segundos antes de que Núñez Magaña le diera el tiro de gracia al integrante del grupo que encabezan Joaquín El Chapo Guzmán y Arturo Beltrán, en el video se ve cómo varios policías rodean al narcotraficante que está en el suelo, en ese instante el audio del video permite escuchar una voz de mando que dice “¡Mátenlo!”.Aunque la toma se aleja del hecho, lo que se escucha es un tableteo de armas de fuego que varios policías disparan en contra del hombre que yace en el piso. La siguiente escena es la que se describe en el segundo párrafo de esta nota, donde el narcotraficante que está sobre el asfalto no opone ninguna resistencia a su ejecutor.
    En uno de los video que captaron los aficionados se ve que el cuerpo de uno de los narcotraficantes, identificado como Carlos Landeros, cayó de costado frente a la portezuela trasera del lado izquierdo de la patrulla de Genaro García Jaimes, hasta ese día titular de Protección y Vialidad, y que iba al mando del operativo.
    El cuerpo de Landeros tiene la pistola enfundada a la altura de la cintura y la forma en la que está su brazo derecho es la de alguien que intenta protegerse la cara. Este narcotraficante recibió un balazo que le entró por el antebrazo, le atravesó la cabeza a la altura del mentón y le salió arriba de la nuca.
    Sin embargo, en el video de un integrante de la inteligencia gubernamental el cuerpo de Landeros aparece atrás de la patrulla de García Jaimes. La versión es que Landeros se bajó de la camioneta negra que se incendió para identificarse con los policías preventivos; traía una credencial de la AFI, y al momento de mostrarla fue ejecutado.
    En los video se ve cuando los policías heridos son trasladados, uno en la caja de una patrulla pick-up y  otro en la parte trasera de un auto particular. Los policías fueron heridos después de que los acompañantes de Landeros —que iban en otra camioneta— vieron que su jefe había sido abatido por los policías y abrieron fuego.
    En el video del agente gubernamental, cuando los cuatro narcotraficantes ya están muertos y las cosas son menos tensas, se ve a varios elementos del Ejército Mexicano recorriendo la zona. A su paso encuentran dos fusiles AK-47, algunas fornituras negras con la inscripción AFI y al menos una granada.
    En el video de los aficionados están las imágenes de dos policías vestidos de civil, que al parecer son los escoltas de García Jaimes, que desde la banqueta y detrás de dos autos colocan la espalda sobre el  piso, doblan el cuello y empiezan a disparar, al puro estilo de alguna película de acción.
    Las imágenes finales de estos videos muestras cuando algunos periodistas, entre ellos el corresponsal de Televisa, ya están en el lugar de los hechos y se protegen de los balazos que salen de lo que queda de la camioneta negra, en donde los narcotraficantes llevan varios cartuchos.
    En la toma congelada se ve cómo las autoridades acordonan la zona con plásticos amarillos y empiezan a recoger los cadáveres de los cuatro narcotraficantes ejecutados en La Garita.
    Aquí termina la nota. Cuatro años después, uno se pregunta: qué negoció Salgado Macedonio para que El Chapo Guzmán le perdonara la vida? Quién intervino del gobierno federal para impedir ese final trágico? Desde entonces el exalcalde de Acapulco es mejor cristiano y buen padre? Dejó atrás las borracheras y los estimulantes? Ahora es un demócrata convencido que utiliza a La Jornada de Guerrero para inculcar verdad y conciencia crítica a sus lectores? No manipula la información para favorecer a uno de los tres candidatos, me refiero concretamente al cacique de Ometepec. Eso suponemos. Aunque yo estoy convencido que su gallo es precisamente Ángel Aguirre Rivero y eso es demostrable.
    Ver para creerlo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario