jueves, 25 de noviembre de 2010

El alma de Chavarría en Casa de Gobierno

*PGR debe investigar a Zeferino y Ríos Piter
*La familia del legislador insiste en la motivación política del crimen
*Rogaciano Alba, otro de los sospechosos…

Por Everardo Monroy Caracas

    Armando Chavarría Barrera murió instantáneamente al recibir un balazo en la frente. El sicario hizo bien su trabajo. Era un profesional. La otra bala se alojó en el abdomen donde los estropicios fueron letales. En menos de dos minutos todo concluyó. Llegan a su fin los 50 años de vida del guerrerense. El gobernador Zeferino Torreblanca Galindo minimizó el hecho y ha contado con la complicidad de Felipe Calderón Hinojosa para no llegar al fondo de las cosas y encontrar a los asesinos y sus motivaciones.
    El 20 de agosto de 2009, a las 7:14 horas tuvo lugar el crimen, frente al domicilio de la víctima, en Lomas del Diamante, de Chilpancingo. El tirador y su acompañante aguardaron el arribo del diputado local. El 5 de mayo del 2008 habia renunciado a la secretaria general de gobierno y entre sus allegados argumentó que de seguir bajo la sombra de Torreblanca Galindo, difícilmente podría sacudirse la responsabilidad legal y moral de esclarecer tantos crímenes políticos que se suscitaban en la entidad. El más cercano a su separación del cargo, era la ejecución de 17 ganaderos, ocurridas entre el 3 y 4 de mayo, en Petatlán e Iguala.
    En torno a todos esos asesinatos, que llegaron a contabilizarse 27 hasta el 2 de septiembre, prevalecía la presencia del ex alcalde de Petatlán y ex dirigente de la Unión Ganadera Regional de Guerrero, Rogaciano Alba Álvarez. Este personaje siniestro que sobrevivió a varios atentados y perdió a tres hijos y un sobrino en la refriega, tenía nexos políticos con el diputado Armando Ríos Piter y el protector de éste, Torreblanca Galindo.
    El 9 de febrero de este año, Rogaciano fue detenido en un tramo de la carretera Guadalajara-Chapala. Lo relacionaron a los cárteles de La Familia y el de Sinaloa y supuestamente su propósito era enfrentar a los hermanos Beltrán Leyva y a los Zetas. Lo cierto es que Rogaciano se entregó y solo así pudo salvar su pellejo.
    La Procuraduría General de la Republica pudo intervenir abiertamente e investigar los posibles nexos políticos de Ríos Piter y Torreblanca Galindo con Rogaciano. Los familiares de Chavarría Barrera sospechan que el asesinato del presidente del Congreso del Estado estaba relacionado a la designación del candidato a gobernador por parte del PRD. Chavarría Barrera indiscutiblemente seria el asignado y confrontaría abiertamente con Torreblanca Galindo y, de llegar a la gubernatura, intentaría esclarecer los más de dos mil crímenes políticos que se han registrado en los últimos cinco años.  El único que le garantizaba impunidad y una salida decorosa al gobernador era Ríos Piter, su ex secretario de Desarrollo Rural.
    La agencia informativa Apro, del corporativo Proceso, el 12 de febrero publicó el siguiente reportaje que vale la pena reproducir, por esclarecedor. El reportero Ezequiel Flores lo redactó tres días después de la detención o su entrega a la policía ministerial de Rogaciano Alba.

“El Señor del Sombrero”, un consentido del Ejército

    Chilpancingo, Gro.- En Guerrero su nombre es sinónimo de contrastes: muerte, odio y terror se mezclan con respeto, afecto y protección.
    Rogaciano Alba Álvarez conocido como “El Señor del Sombrero” tejió una serie de alianzas con autoridades civiles y militares que lo llevaron a ser señalado como el principal capo originario de esta entidad.
    Después de convertirse en cacique ganadero, militante distinguido del PRI y alcalde en dos ocasiones de Petatlán, logró afianzar su presencia en las siete regiones de Guerrero al amparo de la organización que él mismo formó en la década de los noventa: la Unión Ganadera Regional del estado de Guerrero (UGREG).
    Era común ver a “Roga” -como le dicen sus allegados-  celebrar en bonanza junto a funcionarios, políticos y oficiales del Ejército durante los festejos anuales de la creación de la UGREG.
    Su compadrazgo con el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer y los intereses mutuos que tienen en la Sierra de Petatlán llevaron a Rogaciano Alba a confrontarse con un grupo de campesinos que se oponía a la tala inmoderada de los bosques de esta zona. Los inconformes integraron la Organización de Campesinos Ecologistas de la sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán.
    Este conflicto ha dejado una larga lista de muertes, entre ellos René Alba, hermano de “El Señor del Sombrero”. Este último culpó a los "ecologistas", mientras que ellos responsabilizaron a Rogaciano Alba de la muerte de la abogada Digna Ochoa, quien asumió la defensa legal de Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera cuando estuvieron presos en 2001.
    Después de llevar su actividad como dirigente ganadero en la entidad, el 3 de mayo de 2008 un comando de 60 hombres armados irrumpió en un hotel de Iguala donde se realizaba el festejo anual de la creación de la UGREG y asesinó a siete dirigentes ganaderos. Rogaciano resultó ileso.
    Horas después, un comando con características similares incursionó en Petatlán y asesinó a diez hombres, entre ellos a los dos hijos de “El Señor del Sombrero”, Alejandro y Roosvelt Alba de la Cruz. El grupo agresor se llevó a su hija Ana Karen que hasta el momento sigue desaparecida.
    Desde la clandestinidad, durante una entrevista radiofónica transmitida desde la estación del gobierno estatal en la región de Tierra Caliente, Rogaciano Alba rechazó tener vínculos con el narco y en su lenguaje natural expresó: "Yo nunca me he querido meter con nadie, si alguien tiene algo, que me lo canten derecho, y si mis hijos les robaron algo, ellos no molestaban a nadie, no le han robado a nadie, no sé por qué tanta saña para matarlos así”.
    Sin embargo, la ola de violencia se recrudeció en la entidad y de octubre a diciembre de 2008 fueron colocadas una serie de mantas en sitios públicos de municipios de Costa Grande y Tierra Caliente y el estado de Michoacán, donde por primera vez se denunciaba la presunta protección de jefes militares a Rogaciano Alba y sus vínculos con Joaquín, “El Chapo” Guzmán e Ismael, “El Mayo”, Zambada.
    Las narcomantas acusaban directamente al comandante del 19 Batallón de Infantería con sede en Petatlán, Víctor Manuel González Trejo, de proteger a “El Señor del Sombrero”. Días después el oficial fue relevado.
    A principios de 2009, mandos de la Policía Federal Preventiva vincularon de forma oficial a Rogaciano Alba con el grupo de “El Chapo” y de “El Mayo” y el gobernador postulado por el PRD, Zeferino Torreblanca Galindo, salió en defensa del cacique ganadero al declarar públicamente que "nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario".
    Desde el ataque donde murieron sus hijos y los dirigentes ganaderos, Rogaciano Alba vivió de forma furtiva, se desconocía su paradero, aunque hubo versiones de que se refugió por un periodo en la sede del 19 Batallón de Infantería y posteriormente en su rancho ubicado en la comunidad de Chaveta, en la sierra de Petatlán.
    El corredor Acapulco - Costa Grande sigue siendo disputado de forma feroz entre operadores del cartel de los Beltrán Leyva y de “El Chapo” Guzmán en alianza con “La Familia Michoacana” que se asentó en Petatlán para conformar “La Familia Guerrerense”.
    Incluso cuatro días antes de que policías federales lo detuvieran en Jalisco, el domingo 7 de agosto frente a su casa en Petatlán fue dejada la cabeza de un jefe policíaco local con el siguiente mensaje:“Esto va para Roga Alba, Memo Alba y el director de Seguridad Pública por entregar gente inocente. Atentamente: El Ejército Popular. “nosotros no matamos gente inocente”. 

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