miércoles, 3 de noviembre de 2010

Campañas entre narcoejecuciones y desbandadas de priistas y perredistas

Hacia las elecciones del 30 de enero

*Oficialmente, los tres candidatos iniciaron el 3 de noviembre la búsqueda del voto ciudadano...
*Los Chuchos y Ángel Aguirre contra Zeferino Torreblanca
*Dos primos, paisanos y de origen priista en la contienda

Por Everardo Monroy Caracas

    En el estado de Guerrero, desde el 3 de noviembre, tres candidatos a gobernador iniciaron oficialmente su campaña en la busqueda del voto ciudadano y no la tienen fácil. El crimen organizado ha sembrado de cadáveres y miedo las principales plazas de la entidad, Zeferino Torreblanca Galindo trae un pleito cazado con la dirigencia nacional del PRD al no ser tomado en cuenta su “delfín” para sucederlo en la gubernatura y la cúpula priista se ha fracturado ante el enojo de uno de los precandidatos, el mejor posesionado antes de renunciar a su partido y abanderar, como candidato, la causa de un sector de la izquierda guerrerense. Por lo mismo, el senador suplente, Rubén Figueroa Smutnyy lo calificó de  “traidor”, “cínico” y “mentiroso.”
    En ese ambiente de tensión social y divisiones internas de priistas y perredistas, los casi dos millones 100 mil guerrerenses  irán a las urnas el 30 de enero. De los tres candidatos --Ángel Heladio Rivero, Manuel Añorve Baños y Marcos Efrén Parra--, dos son ex alcaldes –de Acapulco y Taxco—y uno, ex gobernador interino y ex dirigente estatal del PRI. El vencedor tomará posesión del cargo el 1 de abril de 2011.
    Por esta única ocasión, el gobernador electo estará en funciones cuatro años con cinco meses, de acuerdo a un resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se buscó no empatar los comicios federales con los estatales el primer domingo de julio.
    Ángel Heladio Aguirre Rivero, el 25 de agosto renunció al PRI, del que fue su presidente estatal de 1993 a 1996, y aceptó ser el candidato oficial del Partido de la Revolución Democrática (PRD). De 1996 a 1999 fungió como gobernador interino de Guerrero, al separarse del cargo Rubén Figueroa Alcocer, tras ser involucrado en el asesinato de 17 campesinos de la sierra de Atoyac, el 28 de junio de 1995. Aguirre Rivero, el domingo 17 de octubre de este año, registró oficialmente su candidatura ante el IEE. También lo respaldan, a través de la coalición “Guerrero nos une”, los partidos del Trabajo (PT) y de Convergencia (PC). El domingo 29 de agosto, en un acto masivo celebrado en el Centro de Convenciones de Acapulco, el también senador con licencia, dio a conocer su propósito de gobernar nuevamente a su estado y tuvo el respaldo, en ese evento, de los dirigentes nacionales del PRD, PT y PC. Asimismo, el coordinador nacional del Diálogo para la Reconstrucción de México (Dia), Manuel Camacho Solís, le refrendó su     apoyo ante los más de diez mil asistentes.
    El PRI y los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), designaron en coalición –“Por tiempos mejores para Guerrero”— al ex presidente municipal de Acapulco, Manuel Añorve Baños. El viernes 6 de agosto, en la sede nacional del PRI y ante su dirigencia y tres ex gobernadores del estado, recibió el nombramiento oficial y al día siguiente solicitó licencia definitiva ante el cabildo de Acapulco. El lunes 25 de octubre registró su candidatura ante el IEEG. Antes, el 29 de agosto, en una multitudinaria movilización de priistas, acudió ante la Comisión de Procesos Internos del PRI para inscribir oficialmente su aspiración de ser el próximo gobernador de Guerrero.
    El lunes 13 de septiembre, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Cesar Nava Vázquez, en conferencia de prensa anunció que el empresario Marcos Efrén Parra sería el candidato oficial a gobernador de Guerrero. En presencia de otros miembros dirigentes de la organización, explicó que el designado tiene una militancia de 36 años y además fue alcalde de Taxco, diputado federal y delegado del IMSS y la Secretaria de Economía. El viernes 29 de octubre registró su candidatura ante el IEEG.

Los pleitos internos del PRI


    La designación de Añorve Baños como candidato del PRI a la gubernatura, provocó que Aguirre Rivero renunciara a su militancia, al considerar que se trató de una imposición y no tomar en cuenta el apoyo expresado a través de una encuesta avalada por la dirigencia nacional de su partido y por un importante número de priistas. En una reunión a puerta cerrada, realizada el martes 20 de julio en las oficinas del CEN del PRI, los cinco precandidatos –Manuel Añorve, Ángel Aguirre, Héctor Astudillo, Mario Moreno Arcos y Héctor Vicario--y tres ex gobernadores, Israel Nogueda Otero, René Juárez Cisneros y Rubén Figueroa Alcocer, respaldaron la propuesta de su presidenta del CEN, Beatriz Paredes para llegar en unidad y sin confrontaciones a la Convención Estatal de Delegados, que tendría lugar el domingo 12 de septiembre en Chilpancingo. Asistirían cerca de dos mil delegados, según trascendió.
    Esa misma tarde, el CEN distribuyó un comunicado de prensa en donde resaltó, entre otros argumentos, que en esa reunión quedó  de manifiesto “que los aspirantes aceptan, avalan y depositan su total confianza en el método elegido en el Consejo Político Estatal y, de manera civilizada y con altura de miras políticas, buscarán arribar al consenso de tener candidato de la unidad priísta tan necesario para obtener la victoria electoral". Jamás se aclaró en el texto cuál sería el método para auscultar a su militancia.
    El dirigente estatal del PRI, Efrén Leyva Acevedo, presente en esa reunión, reveló que todos los aspirantes acordaron no confrontar y cuidar la unidad del partido para llegar fuertes a los comicios del 30 de enero. Entre el 30 de julio y el 6 de agosto aparecería la convocatoria de registro de precandidaturas. Incluso se dijo que se invertirían 17 millones de pesos en la campaña.
    --Se dice que el senador Ángel Aguirre ya tiene reuniones con dirigentes nacionales del PAN y el PAN, que hay de verdad en ello? –le preguntó telefónicamente, el mismo 20 de julio, el editor de El Despertar del Sur de Ciudad Altamirano.
    Leyva Acevedo, respondió:
    --No lo creo, Ángel Aguirre es un hombre que ha nacido del PRI, que ha tenido todos sus cargos en el partido, que ha manifestado permanentemente su disposición de estar cerca del partido. Si fuese así, ni siquiera hubiese venido a la reunión. Ángel es un hombre muy maduro, es muy priista y yo de verdad que dudaría mucho esto. Nunca falta gente que quiera ir amarrando navajas o intentando deteriorar la imagen de alguien. Yo avalo la militancia y la lealtad hacia su partido.
    Sin embargo, a decir de Ángel Aguirre, los resolutivos pactados no se respetaron, y Beatriz Paredes y Figueroa Alcocer maniobraron para que la candidatura recayera en Añorve Baños,  al considerar que había logrado recuperar la alcaldía porteña, detentada durante nueve años por el PRD. El problema era, como lo dio a conocer gente cercana al senador, que existía una encuesta de opinión realizada por el mismo partido y Ángel Aguirre tenia la mayoría de las preferencias electorales.
    Julio Hernández López, colaborador del diario nacional La Jornada, el lunes 9 de agosto, también filtró los encuentros del senador con las cúpulas perredista y panista. En su columna Astillero, destacó:
    “Ya está todo listo para que un priísta renuncie a su partido y sea postulado por la "oposición" para así ganarle al PRI: Ángel Aguirre Rivero fue gobernador interino de Guerrero por el tricolor, y actualmente está en el Senado a nombre de esa organización, pero ahora es buscado por el PAN –se habla de que Margarita Zavala está atendiendo este asunto– en busca de que sea candidato blanco y azul frente a Manuel Añorve Baños, el presidente municipal de Acapulco, ahora con licencia, que fue presentado ya como candidato de unidad del PRI, aunque la convención electora ni siquiera ha sesionado. Aguirre habría sido frena do en su aspiración de volver al gobierno guerrerense por la oposición de los ex gobernadores René Juárez y Rubén Figueroa.”
    El “destape” de Añorve Baños ocurrió el 6 de agosto en las propias oficinas del CEN del PRI y ante un impertérrito Ángel Aguirre y los otros aspirantes. Ello aceleró el desprendimiento del senador a su partido, pero no lo evidenció de inmediato. Antes de abandonar el barco, en el que navegó durante treinta años, intentó amarrar una candidatura respaldada por el PRD, Panal, PAN, PT y Partido de Convergencia. Este último liderado por el excandidato a la alcaldía de Acapulco, Luis Walton Aburto.
    Periodistas y la elite priista de las siete regiones del estado empezaron a especular sobre la posible salida de Ángel Aguirre del PRI. Aún así, nada se concretizaba, pero sus aliados del mismo partido, entre ellos los diputados Silvia Romero Suárez, Ricardo Moreno Arcos, Jorge Salgado Parra, José Efrén López Cortés, Manuel Saidi Pratt y Marco Antonio Cabada, le expresaron su respaldo a pesar de ser advertidos por Leyva Acevedo de que perderían sus derechos partidistas.
    “Ellos tienen que responder ante su propia conciencia, después tendrán que responder ante su propia militancia, en el entendido de que los Estatutos del PRI son muy claros, puesto que hablan de derechos de sus militantes, pero también hacen referencia hacia sus obligaciones; la obligación que tiene uno de ser leal”, advirtió el dirigente estatal priista.
    La espera llegó a su fin el lunes 25 de agosto. Ángel Aguirre renunció públicamente a su militancia priista y anunció que buscaría construir “un nuevo proyecto ciudadano, plural, incluyente, donde tengan cabida las y los mejores guerrerenses”.
    En una conferencia de prensa, celebrada en el puerto de Acapulco, y acompañado por el diputado federal priista, Sofio Ramírez Hernández, el senador  anunció que contendería por la gubernatura de Guerrero a través de una coalición formada por el PRD, PT y Convergencia.
    Y agregó:
    “Habrá quienes me juzguen de traidor, oportunista, ingrato. A ellos les digo, por única vez, que la lealtad es un concepto reciproco, solo puede exigir lealtad quien ha dado lealtad y comportase con ética, con la ética que sus principios inspiran: ni traición ni deslealtades, por el contrario, la vigencia de mi compromiso es por Guerrero. Es una salida cómoda ante el panorama actual, tal vez hubiera sido no renunciar y fijar una negociación, pero ello iría en contra de mis convicciones, de mis principios y de mis valores.”
    El senador suplente, Rubén Figueroa Smutny, hijo del ex gobernador del mismo nombre, el sábado 28 de agosto, a las diez de la noche, escribió en el perfil de Facebook de Ángel Aguirre: “Eres un cínico, traidor y mentiroso debiera darte vergüenza después de que el PRI te regaló el gobierno y el Senado al que llegaste perdiendo x más de cien mil votos, ahora los traicionas no vas engañar otra vez a los guerrerenses ya te conocen”.
    En respuesta, el exgobernador interino le escribió en Facebook un comentario de agradecimiento al ex dirigente del Frente Juvenil Revolucionario, Marco Antonio Cabada Arias: “La historia nos juzgará y a cada uno de nosotros el pueblo de Guerrero nos conoce, como bien dices están muy nerviosos, un abrazo y nos vemos muy pronto”.
    Panal y el PAN optaron por no darle el respaldo al senador con licencia. El primero --liderado a trasmano por la profesora Elba Esther Gordillo--, el 27 de septiembre, después de sesionar los 29 consejeros guerrerenses, optó por apoyar a Añorve Baños. El precandidato panalista, Javier Ibarra declinó en sus aspiraciones y decidió, al igual que sus compañeros, coaligarse con el PRI y el PVEM. Sandra Luz Mota, representante en Guerrero del Panal aseguró que ellos aportarían cuarenta mil votos el día de las elecciones.
    El PAN, ante el rechazo de varios dirigentes sociales perredistas de hacer coalición para impulsar la candidatura de Ángel Aguirre, decidió no hacerlo y designar a su propio abanderado: Efrén Parra.

El voto de los sicarios
Joaquin El Chapo Guzman  y Arturo Beltran Leyva

    Tras la muerte del capo Arturo Beltrán Leyva, el 16 de diciembre de 2009, en un edificio de lujo de la ciudad de Cuernavaca, su cártel se fracturó y uno de sus lugartenientes, Edgar Valdez Villarreal, intentó retener bajo su mando la plaza de Guerrero, pero provocó que uno de los hermanos de su jefe, Héctor Beltrán Leyva lo enfrentara y sembrara de cadáveres y terror las principales ciudades de Guerrero, principalmente Acapulco.
    Valdez Villarreal decidió negociar su captura ante la inminente amenaza de ser secuestrado, torturado y asesinado por otro de sus principales enemigos: Joaquín El Chapo Guzmán, quien también busca controlar la siembra y tráfico de enervantes del estado. El 30 de agosto de este año, Valdez Villarreal se entregó ante la Policía Federal. Aún así, Héctor Beltrán inició una  cacería de narcomenudistas y prestanombres de su adversario y, a la vez, enfrenta una guerra abierta, sangrienta y sin concesiones, contra El Chapo y sus aliados Los Zetas y La Familia de Michoacán.
    En el 2009 se registraron más de 900 ejecuciones en Guerrero, de acuerdo al secretario de Seguridad Publica, Juan Heriberto Salinas Altes y en el primer semestre de este año llevaban contabilizadas 560.  En Acapulco y en las regiones de la Costa Grande y Tierra Caliente los secuestros y asesinatos son una constante.
    La inseguridad prevaleciente en la entidad motivó al gobernador  a intentar proteger la integridad física de los candidatos: les ofreció vehículos blindados y seis escoltas a cada uno. Los tres declinaron su ofrecimiento.
    Durante el encuentro que tuvo el gobernador con los candidatos, el 27 de octubre, Torreblanca Galindo dijo que les ofreció seguridad personal “para evitar hechos violentos que pudieran alterar la contienda”.
    Y abundó:
    "Hicimos de su conocimiento, que el gobierno del estado estaba preparado para brindarles seguridad, para que pudieran tener una escolta de seis personas, un vehículo y facilidad para que se estableciera una puerta de comunicación con el secretario general de gobierno, Israel Soberanis Nogueda".

La guerra intestina de Zeferino y Los Chuchos
Rios Piter y Rogaciano Alba

    El arribo de Ángel Aguirre a la candidatura perredista, provocó el abierto disgusto de Torreblanca Galindo. Su protegido, el diputado federal Armando Ríos Piter, recibió un revés político de la cúpula nacional perredista, encabezada por Jesús Ortega, al no ser designado como el sucesor natural del gobernador.
    Torreblanca Galindo supuso que su ex secretario de Desarrollo Rural, quien a motu propio se hace llamar El Jaguar de la Costa Grande, tenía la suficiente presencia social para obtener la candidatura.
    Del 8 al 10 de agosto se habían registrado como precandidatos los perredistas Ríos Piter, los senadores David Jiménez Rumbo y Lázaro Mazón Alonso, el exalcalde de Acapulco, Alberto López Rosas y el antropólogo y dos veces exlegislador, Cuauhtémoc Sandoval Ramírez.
    La dirigencia nacional del PRD evaluó a los cinco aspirantes y comprobó que Torreblanca Galindo no tenía el apoyo masivo de los perredistas de Guerrero. Su gobierno no cubrió las expectativas de la ciudadanía, principalmente la pobre y asalariada, y en sus casi seis años de administración se suscitaron crímenes políticos, persecuciones y encarcelamientos a luchadores sociales y escándalos de corrupción y abuso de poder.
    Ríos Piter también fue relacionado con un presunto narcotraficante, exalcalde de Petatlán: Rogaciano Alba Álvarez.  En varios portales de Internet circuló una fotografía donde aparecía al lado del también cacique y ex dirigente de la Asociación Ganadera de Guerrero, detenido el 11 de febrero en Jalisco por la policía federal. El excolaborador de Torreblanca Galindo es legislador federal por el tercer distrito,  de donde precisamente es Alba Álvarez.
    El propio gobernador salió en defensa del ex dirigente de la Asociación Ganadera, investigado por su presunta relación con el cártel de El Chapo Guzmán. “Rogaciano Alba Álvarez no puede ser considerado delincuente porque no se ha demostrado que es culpable y no se le puede considerar narcotraficante”, declaró Torreblanca Galindo el 15 de abril.
    Al ser designado candidato oficial del PRD, Ángel Aguirre, el gobernador se sintió traicionado por Los Chuchos y algunos dirigentes perredistas del estado. Durante una gira de trabajo, en Tlapehuala, evidenció su malestar y aclaró que no sería el matraquero del nuevo designado.
    “Y yo no estoy peleado con la base perredista, estoy peleado con los mezquinos líderes del partido que entregaron los principios, a esos son los que les reclamo, no puedo permitir que de la noche a la mañana cambiemos el discurso”, precisó.
    Dijo: “A los (dirigentes priistas) les advertí que venía de la sociedad civil en alianza con el PRD, pero a este gobierno van a venir los que den resultados, a mí nadie me impuso ningún secretario, yo los puse y lo que busqué es que dieran resultados. Algunos pensaban que iba llegar al gobierno para repartir los puestos a los grupos del PRD aunque fueran unos más asnos en el gobierno, pero que fueran perredistas”.
    Sin preocuparse en guardar las formas o ser cauto en sus expresiones, reiteró que no estaba divorciado del PRD ni tampoco olvidaba a las bases de ese partido. “De lo que me divorcio es de la mezquindad de sus líderes, que quieren solamente el lucro para ganar espacios políticos y se olvidan del pueblo. Por ello dejé de pagar las cuotas al PRD para que no se la chinguen unos cuantos que piensan en sus intereses personales”.
    Y exclamó: “No me he involucrado en los procesos electorales, pero sí tenía que deslindarme, porque el que calla otorga. Por conveniencia a veces los políticos comemos mierda. Vamos hablarlo claro: yo no voy a comer mierda de ningún lado, voy hablar lo que siento, porque el día de mañana me podrán acusar de lo que sea menos de un simulador de la política”.
    Sin embargo, después de polarizar los ánimos de la militancia perredista y aceptar a regañadientes que su “delfín” se aliara estratégicamente a la candidatura avalada por Los Chuchos, en su encuentro en el Palacio de Gobierno con Ángel Aguirre, su comportamiento fue diametralmente opuesto al evidenciado en Tlapehuala.  Hubo saludos y halagos mutuos.
    Tras hora y media de dialogo a puerta cerrada, Ángel Rivero, al salir del despacho de Torreblanca Galindo, expresó ante los periodistas: “Fue una reunión sumamente cordial, tratamos diferentes temas, no sólo el de la seguridad personal, sino también hablamos del presupuesto de egresos 2011, de obras públicas en proceso, y ofrecí al gobernador que de llegar a la gubernatura habré de dar continuidad a dichas obras que son fundamentales para la vida social y económica del estado”.
    Y subrayó: “Yo reconozco a Zeferino (Torreblanca) esa disposición que el día de hoy me ha expresado, sé que habrá de cumplirla con creces, no tengo la menor duda y obviamente también hablamos de las campañas específicas, en mi caso de la coalición Guerreros nos Une, y le informé que el día miércoles 3 habremos de iniciar nuestras actividades en Teloloapan, luego haremos un recorrido por la zona norte para estar en un gran evento el próximo domingo en Acapulco.”
    Al día siguiente, el gobernador, en conferencia de prensa, rechazó haber lanzado críticas contra los candidatos a gobernador y aclaró que iban enfocadas en “contra de algunas dirigencias de partidos políticos”.
    Y de inmediato, atajó:”Hay quedaron y allí están… ya no me voy a referir".
    Torreblanca Galindo advirtió que sólo contestaría si los candidatos, dirigentes o coordinadores de campaña cuestionaban a su gobierno. "Lo haré cuando me parezca que son respuestas de injerencia y de crítica sin fundamento o que caigan en señalamientos más amarillistas e información que no tiene sustento.”.
    --Entonces se reconcilió con el candidato Ángel Aguirre? –le preguntó un reportero.
    “No puede haber conciliación cuando no ha habido ruptura, cuando no ha habido señalamientos, algunos de ustedes han hecho parecer (que mis críticas) van en contra de un candidato, y no es así”.

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