sábado, 30 de julio de 2011

Jesús González Otero: El último mohicano del panismo morelense

Por Everardo Monroy Caracas

    A Jesús González Otero lo conocí por el compadre Cesar Cruz Ortiz. Ambos eran diputados locales en Morelos. Jesús, en 1990 era dirigente estatal del PAN, conservador y republicano, no ultraderechista. Aún la doctrina de Manuel Gómez Morín le calaba e inducia su actuar público para hacer las cosas correctamente.
    No era un santo, porque por su edad y oportunidades de servicio, caía en las tentaciones de los asuntos mundanos. Ya se imaginaran. Lo cierto es que González Otero, en los momentos más precarios de mi vida –el confrontar periodísticamente con el gobernador Antonio Riva Palacio López— avaló sin reticencias el impulsar un  nuevo proyecto editorial que le diera tribuna a la diversidad de ideas.
    Claro, don Antonio, llamó “ensalada  rusa” a la revista quincenal (Demoz) porque existía pluralidad critica, sí, pero en su contra. Cesar Cruz era priista, pero, como siempre lo ha sido, es un fajador nato en los asuntos de la grilla política cotidiana. Ya se imaginaran: genio y figura…
    González Otero fue derrocado del PAN por los yunquistas y tuvo que aislarse y reconstruir dolorosamente su nuevo futuro político. En casi 17 años logró remontar en sus anhelos y demostrar que debe haber perseverancia para triunfar sin importar las caídas.
    No le avergonzó vender tortas o ser aislado por aquellos a quienes antes apoyó política y económicamente, salió avante y ahí está, fortalecido, en su mismo territorio, Cuautla, y sin perder la apostura de buen amigo. González Otero, como siempre, será recordado por aquellos que algún dia le debemos mucho: amistad y apoyo incondicional.