lunes, 17 de enero de 2011

Ciudad Juárez: Un mundo marginado... el de los dementes

Me he enterado que la señora Guadalupe Coral esparza logró materializar su sueño: construir un hospital psiquiátrico en Ciudad Juárez (Chihuahua,México). Motivada por una hermana afectada de sus facultades mentales, en 1993 inició esa cruzada que llegó a su fin en enero de 2010. El inmueble se encuentra en el Sauzal, donde los ejidatarios le donaron casi trece mil metros cuadrados.
Sin embargo, el nuevo hospital enfrenta aun problemas de financiamiento. Los costos de mantenimiento son muy altos y cada interno, a través de sus familiares, tiene que pagar mil 200 pesos semanales.
Por lo tanto, difícilmente se podrá ayudar a los enfermos mentales que deambulan por las calles y avenidas de Ciudad Juárez. En su mayoría son víctimas del consumo desmedido de drogas.
El 3 de enero de 1998, en el Diario de Juárez publiqué el siguiente reportaje, espero sea de su agrado. Se trata de otra de las tantas realidades que existen en ese asentamiento fronterizo chihuahuense, rehén de la violencia y el miedo.

Por Everardo Monroy Caracas

    Se cree Rocky Balboa y a las 10:45 horas corre por el Eje Vial Juan Gabriel, muy cerca de la estación del ferrocarril. Le faltan los dientes frontales, trae ropajes holgados, sucios y cubiertos de remiendos. Trota, bracea y golpea al frío viento de la mañana.
    --Soy un campeón --dice.
    Es uno más de los 180 enfermos mentales que deambulan por las calles de Juárez y que Trabajo Social de la Dirección General de Policía (DGP) ya los tiene detectados.
    --Poco o nada podemos hacer por ellos --dice la coordinadora de esa área policiaca--, porque en Juárez se carece de infraestructura hospitalaria para tratarlos y rehabilitarlos.
    Guadalupe Corral Esparza, ante ese hecho que impera en una ciudad de un millón 300 mil habitantes, desde 1993 intenta, precisamente, iniciar la construcción de un Hospital Psiquiátrico, para gente pobre, en un predio donado por los ejidatarios de Zaragoza.
    Su intención, apoyada por catorce voluntarios, aún no logra arraigarse en la conciencia de los juarenses.
    Por el momento, luego de tocar puertas y volantear en calles y avenidas, organizar rifas y tener presentaciones artísticas, apenas han logrado reunir 28 mil pesos que ya aplicaron en la construcción de un 75 por ciento de barda.
    "Necesitamos un mínimo de 300 mil pesos para que el Hospital Psiquiátrico, en su primera fase, sea una realidad", afirma Guadalupe.
    El miércoles 24 de diciembre, por la tarde, llegó al Centro de Readaptación Social para Adultos (Cereso) -lugar que visita cada quince días- y convivió con los 16 enfermos mentales que purgan condena por diversos delitos. Les llevó ropa y dulces y los escuchó.
    Para los comerciantes y taxistas del centro de Juárez, los loquitos son algo pintoresco.
    El primero de enero, ayer, madrugaron e hicieron sus locuras en la soledad de las arterias asfálticas, y nadie se atrevió a molestarlos. Rocky Balboa, por ejemplo, prefirió enfrentar el año ejercitándose. La Pelambres, como llaman a una anciana de cabellera sucia, revuelta y entrecana, no cesó de gritar maldiciones y de caminar de la Avenida Vicente Guerrero a la Ramón Corona. Los niños, en manos de sus padres, reían por sus demencias.
    "Son tranquilos, ya nos acostumbramos de sus babosadas, en serio", dice entre guasa y seriedad, don Gilberto Caballero, vendedor de burritos. Su puesto está a casi tres metros de la calle Constitución, muy cerca del Monumento Juárez.
    Los enfermos mentales, en su mayoría, duermen en construcciones abandonadas. Sobreviven con la generosidad de los transeúntes y comerciantes. Comúnmente consiguen comida, sodas y agua potable.
    Su situación, psicológica y económica, parece no preocupar a la mayoría de los juarenses. Incluso, como asegura Corral Esparza, el Gobierno Municipal carece de un programa de apoyo y rehabilitación a enfermos mentales. Normalmente, agrega, al causar problemas en la vía pública, se les encarcela y aísla, mientras superan sus accesos de cólera, en una celda de la Estación Delicias.
    --¿Cómo te llamas?
    --Rocky...
    --¿Por qué corres?
    --Voy a pelearme con un negro...
    Rocky no deja de trotar y mover los brazos. Lleva los puños cerrados. Del lado derecho, sobre el camellón se levanta una hilera de olmos deshojados, con yerbajos amarillo limón. Bordean grandes bardas mal encaladas con pintas de antiguas batallas preelectorales.
    --¿Qué hiciste anoche?
    --Me entreno, corro para ganar...
    El 26 se octubre de 1993, Guadalupe Corral y otros voluntarios, lograron constituir una asociación civil. Uno de sus principales objetivos es construir el Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios. Ramón Griego y Jaime Gutiérrez fueron designados secretario y tesorero respectivamente, de la organización. El predio, obtenido por la generosidad de los ejidatarios de Zaragoza, se encuentra en El Sauzal y tiene una superficie de 12 mil 631 metros.
    Subraya:
    "El propósito es apelar a la sociedad civil y lograr recabar suficientes recursos económicos para materializar la obra. En el plano original buscamos construir 50 habitaciones, salas de espera y recepción, cafetería, oficinas, oratorio, áreas de seguridad, enfermería, cuartos de aislamiento, consulta y farmacia, sanitarios, bodega y almacén, entre otros espacios".
    El grupo promotor del proyecto con apoyo de ex internos del Cereso, han logrado desyerbar el predio y sembrar más de cien árboles de ornato y fruta. Su esfuerzo es titánico. Guadalupe, canta acompañada de música vernácula y hace presentaciones personales en fiestas privadas. Lo que le pagan termina en el fondo pro construcción del Hospital Psiquiátrico.
    --Yo vi cuando a una loquita le pegaron porque hacía sus necesidades junto a una troca.
    --¿Por qué?
    --El bato salió bien aturrado del bar 16 y al ver a la loquita echando la miada la agarró a patadas. La sangró y tuvieron que llevársela en una ambulancia de estación Delicias a la Cruz Roja.
    Doña Juana Manríquez, en un tramo de la Avenida 16 de Septiembre todos los días vende billetes de la Lotería Nacional.
    Recuerda la anécdota, al preguntarle si conocía a algún enfermo mental transhumante.
    --La loquita no se metía con nadie. Ni siquiera pedía. Hay gente de buen corazón que le da comida o alguna prenda de vestir. Hay veces se tira en la banqueta y se duerme. A nadie molesta.
    El problema es que ninguna institución pública o privada, se conduele de ella y la apoya. Es un animal domesticado que deambula, malherida, en la soledad de la ciudad.
    En Barandilla de Estación Delicias, los loquitos son personajes tolerados. Al ser recogidos en las calles, a consecuencia de un acceso violento de locura, simplemente los patrulleros de la DGP los aíslan en una celda. Ni siquiera son registrados en la computadora. Aun así, el área de trabajo social, en algunas ocasiones, se conduelen de ellos y los auxilian.
    --Son una estadística:
    --Calculamos que hay entre 170 a 180 y algunos de ellos tienen familiares, pero nunca los cuidan. Por el contrario les dan malos tratos...
    Con la edificación del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios, tendrán la oportunidad de ser tratados con dignidad y ser rehabilitados, los enfermos mentales de la calle, internos del Cereso e integrantes de familias pobres de Juárez.
    Guadalupe Corral, quien en 1991 fue desahuciada por tener un tumor cerebral y logró sobrevivir tras una delicada operación, está consciente de que el problema es mayor al que enfrenta el transeúnte o conductor en la calle.
    --Estoy segura de que un número indeterminado de enfermitos mentales yacen escondidos, enclaustrados como animales, en algunas casas de Ciudad Juárez. Sus familiares se avergüenzan de ellos y nada hacen por ayudarlos.
    Por lo mismo, invita a la sociedad civil a realizar un esfuerzo mínimo, para que el Hospital Psiquiátrico se convierta en un refugio seguro de los enfermos mentales. Sólo es cosa de comunicarse telefónicamente al 19-74-72 y 25-03-45 y donar un poquito de dinero en beneficio de quienes también tienen derecho a llevar una vida digna.
    Rocky Balboa sigue su trote, a lo largo del Eje Vial Juan Gabriel. Está seguro que de prepararse, ganará en el primer round la pelea de campeonato.
    Aún no sabe, ni se lo imagina, si ganará la batalla del hambre y el repudio de la sociedad.

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